HISTORIAS SOBRENATURALES DE LA ANTIGUA PENITENCIARÍA
- Son 17 relatos con personajes y hechos misteriosos, mágicos, fantasmales, escritas por miembros del Taller de Creación Literaria del CEART SLP
Jacobo Vázquez/Colaboración
“HOTEL JUÁREZ. Ficciones de encierro y libertad” es un libro de cuentos de diversa hechura estilística.
El nombre de “HOTEL JUÁREZ” alude a la forma popular e irónica con que entre la población potosina era conocida la Penitenciaría del Estado, que funcionó como tal de 1890 hasta 1999.
Encontramos aquí 17 historias que van desde los textos fantásticos a la recreación de leyendas con personajes y hechos misteriosos, mágicos, fantasmales.
Estas narraciones fueron inspiradas en la ex Penitenciaria, la cual sirve de marco y motivación para narraciones donde los imponentes muros crean fantasías de evasión en los personajes.
El volumen que se presentó en el Centro de las Artes de San Luis Potosí está integrado por recreaciones ficticias, aunque algunas pueden aludir circunstancialmente a hechos, fechas, o personajes reales.
Todo en este edificio de la época porfiriana conduce a la posibilidad de creación.
Pasillos que llevan al misterio o a la muerte.
Crujías donde aún hoy deambulan por las noches fantasmas en pena, buscando la salida.
Jardines con pirules que fueron utilizados por algunos reos para ahorcarse y escapar de la prisión y de sí mismos, sin saber que esa decisión sólo les dejaría sus almas para siempre enraizadas a los mismos jardines o colgando de las ramas como “frutos extraños”.
Y, al centro de todo: una torre central, un panóptico que, como ojo de dios o monstruo de mil tentáculos, lo ve todo, lo enjuicia todo y dicta sentencias más allá de esta vida terrenal.
No es para menos.
Imaginen ustedes lo que habrá ocurrido durante 109 años en estas cuatro hectáreas de terreno amurallado y sufrimiento de todo tipo.
De 1890 a 1999 hubo en esas instalaciones personas fusiladas, múltiples suicidios, asesinatos, violaciones, motines, y otro sinnúmero de aberraciones.
Evocar o imaginar todas esas calamidades de quienes padecieron la privación de su libertad ahí, es lo que dio sustento a este libro escrito por participantes del Taller Libre de Creación Literaria coordinado por el escritor Alexandro Roque.
Cómo un invitación a la lectura del libro de cuentos Hotel Juárez (el cual puede adquirirse en las instalaciones del CEART), así como un reconocimiento a los autores, presentamos un breve comentario de cada uno de los 17 textos, a fin de que sean los mismos lectores quienes, ya advertidos de lo que les aguarda, vayan luego deshilando las historias a través de su sensible y mejor lectura.
En la pieza “LA MANO EN EL MURO”, de Rodolfo Olguín, vemos la imagen de una mano “pintada” en la piedra de la prisión.
Esa extremidad del cuerpo de no sabemos quién, parece reflejar todo el dolor, el martirio y la violencia de estos lugares de encierro.
Es una pintura que puede ser de sangre humana, la cual remite a aquellas imágenes religiosas a las que se les adjudican vida y milagros (lágrimas, sangre, movimientos). Solo que la figura lo que parece indicar es una especie de infierno en la tierra.
En el texto PERPETUA, de Gustavo Antonio, estamos ante el relato de un sentenciado a cadena perpetua, quien pasa su vida contemplando cómo las aves hacen sus nidos en pirules de una zona del penal conocida como “La Alameda”, mientras él, privado de su libertad, imagina llaves mágicas que abran cerraduras hacia la libertad física y espiritual.
En“CARTA DE UN MÉDICO A UNA MADRE, POR LA MUERTE DE UN REO”, Claudio César nos cuenta las confesiones de un médico de la Penitenciaria, el cual dirige una carta a la madre de un preso fallecido. Dicha misiva nunca fue enviada y se encontró luego de muchos años. Ahí el profesionista relata una serie de hechos escabrosos, con tintes sobrenaturales, a los cuales fue orillado por sus complejos de culpa.
“PANÓPTICO DE ALMAS”, de María Garay López
Aquí asistimos al desarrollo de una anécdota donde un sentenciado a la pena capital recibe la promesa de una hechicera en el sentido de que, momentos antes del ajusticiamiento, ella logrará convertirlo en tecolote para que salga volando de la prisión. Ya imaginen ustedes los posibles desenlaces.
El cuento llamado“INTERIOR”, de Beatriz Rodríguez, esbreve y de factura fantástica. Relata sobre un ingeniero que participó en la construcción del penal, y a quien mandan llamar por una falla estructural en la torre central. Sin embargo, en esos momentos estalla un motín y no se le vuelve a ver. Ni vivo, ni muerto. ¿Qué le pasó? La respuesta puede estar en el denominado pasillo de la muerte, que aún se encuentra en el edificio.
Mauricio Pedroza Garza maneja en“LIBERTAD ENTRE REJAS”el argumento de la aparente libertad que un reo puede encontrar en la prisión, viendo que afuera la gente vive cautiva de otro tipo de prisiones, como por ejemplo la enajenación tecnológica. O como escribiera el poeta Alfredo Contreras: “preso estás afuera y preso estás aquí”.
En “EL MÚSICO”, Sagrario Serna Campos nos regala un texto redondo, muy bien realizado. Es la tragedia de un músico norteño, quien alcoholizado mata a su hermano y hiere a su propia esposa al pensar que lo engañaban. El único consuelo que tiene en la vida es el sonido del acordeón en medio de su drama personal.
LAS PIEDRAS BLANCAS, de Alejandro Preciado, es una narración muy interesante y bien estructurada, con un final que remite al tono de las leyendas: las piedras blancas del sepulcro de un reo se convierten en la maldición de su carcelero verdugo.
Carlos Loperena, en PENITENCIARÍA LITERARIA escribe una divertida recreación de reos interesados en el arte, la literatura, y la filosofía, los cuales conviven con personajes históricos venidos del más allá.
Eva Ortega Jiménez, en EL ABOGADO, nos habla enbreve y logrado relato sobre un abogado atrapado en el tiempo centenario de la Penitenciaría y que aún hoy sigue buscando la salida a las horas de la medianoche (por si gusta alguien ir a saludarlo).
“VIGILANTE”, de Xavier Eduardo López, nos lleva a la historia de dos almas en pena, las cuales resultan exorcizadas después de muchos años, cuando dos estudiantes le prenden fuego a un árbol donde algunos presos se suicidaron. Árbol maldito desde que se ahorcó ahí el “Estrangulador de Tlaxcala”, lanzando al mismo tiempo una maldición que provocará sufrimiento y muerte.
María de Lourdes Palacio Milán escribe EL PASILLO DE LA MUERTE. En este caso no se trata del clásico “Pasillo de la muerte” que se ha vuelto un lugar común en la literatura policial o de terror de algunos escritores gringos, sino de otro pasillo entre los muros de la penitenciaria donde ocurre un hecho sobrenatural, luego de la muerte de un preso llamado Juan.
En “LA IMAGEN”, de Martha Soriano, un reo recibe a su mujer en visita conyugal, en lo que será la última vez que la ve, y quien le deja una imagen de la Virgen de Guadalupe. La imagen será la verdadera protagonista de la historia, que cambia para siempre la vida del preso. No para bien precisamente.
Betto Pacheco en LA LEYENDA DE NACHO NIÑO estamos ante la narración más larga y más ambiciosa que se presenta en el libro. En ella se mezclan diversos personajes, ambientes, y circunstancias sobrenaturales que desembocan en la Penitenciaría de una manera sorpresiva.
Edgar Nasir Almendárez
EL MISTERIO DEL CALAMAR GIGANTE es un interesante cuento dondese nospropone una lectura sobre un ser fantástico, precisamente el Calamar gigante, quien controla la vida y destino dentro del penal; un ser que, a pesar de su monstruosidad, encierra en él la posibilidad de obtener la libertad, pero sólo en el caso de que los cautivos puedan descifrar sus enigmas.
Fabiola Amaro nos entrega VIERNES DE QUINCENA. Es el único cuento que aborda la historia desde la perspectiva de las circunstancias que puede vivir un personaje femenino que se ve metido en una cárcel luego de una serie de eventos propiciados por la infidelidad de su pareja. Ante la traición del padre de su hijo, ella toma una decisión radical.
Y Alejandro Roque, para finalizar, participa con el texto titulado “1947”
Concisa, redonda, lograda historia donde se rememora la nevada en San Luis Potosí de 1947. Esto, a través de la óptica y sensibilidad de un preso: “Yo me tumbé para que la nieve cayera en mi rostro y me quedé mucho tiempo así. El tañido desde el Santuario me hizo sentir en el cielo, y eso que no soy creyente. La torre del panóptico era Dios y sentí que me sonreía”.
Hotel Juárez es así una muestra del talento y la creatividad en la escritura que ha llegado a compartirse en las aulas de Arte y Humanidades del Centro de las Artes durante la última parte de estos 16 años de historia, y a la cual ahora todos los lectores podrán acceder.
Sobre tal edificio, que albergó unas semanas prócer Francisco Madero, cabe recordar que se puso la primera piedra del mismo en 1884, se inauguró en 1890 y cerró sus puertas en 1999.
A partir del 2008 es un espacio dedicado a la formación de artistas de todas las disciplinas, a la divulgación del arte y la cultura, en lo que es hoy el Centro de las Artes de San Luis Potosí (CEART).