La UASLP y su casta de votantes
Cuando soplan vientos de una mayor democratización de la vida pública de México y se plantea incluso la elección de jueces por la vía del voto, nuestra máxima casa de estudios sigue viviendo en la autocracia, en la línea vertical, en la opacidad y antidemocracia.
Resulta que esa Uni financiada por todos los ciudadanos potosinos se maneja como si fuera privada, y solo unos cuantos socios pudieran decidir lo que ocurre respecto a sus asuntos más sobresalientes, como lo es, por supuesto, la elección de Rector o rectorina.
Ahí, en esa Autónoma, estudian 32 mil 637 alumnos; sin embargo en la elección a celebrarse el primero de abril serán apenas 58 personas las que podrán votar, aquellas que pertenecen al Consejo Directivo Universitario, y que son supuestos representantes de los sectores universitarios.
Se trata de una forma de elección (y de gobierno interno) elitista, clasista, antidemocrática. De tal forma que el próximo rector o rectora estará al frente de la Universidad con el apoyo de menos de una treintena de personas. Son todos los que se necesitan para lograr la mitad más uno de ese 58 total de votantes.
Muy lamentable, porque a esos comicios deberían poder acudir y votar directivos, maestros, alumnos, padres de familia. A todos ellos les compete, todos ellos son parte interesada; y de alguna manera «accionistas» sociales de tal centro de estudios.
Esa institución educativa, que debería ser ejemplo de discusión de ideas, y de análisis de la vida local y nacional, no pudo ni siquiera llevar a cabo un debate entre los dos candidatos y la candidata a la rectoría.
Que porque no lo señalan los Estatutos, dijo el cínico y convenenciero rector actual, un tal Zermeño.
¡Una vergüenza!