Crescencio Morales: El potosino que pudo llegar a la Gran Carpa de la F1
Con una trayectoria de más de tres décadas “Chencho” se destaca como un miembro de la dinastía de pilotos “Morales” que México ha brindado a los escrutinios más exigentes del mundo de las carreras de automóviles.
Desde temprana edad, Crescencio se adentró en el mundo del automovilismo, siguiendo una tradición familiar arraigada en la pasión por los motores y la velocidad. Con el paso de los años, este interés evolucionó hasta convertirlo en un piloto de élite y un destacado referente en las carreras a nivel internacional.
Alcanzó notables éxitos en la Fórmula 3 Europea, la Fórmula 3 mexicana y la Indycar, cosechando múltiples podios y trofeos en las principales competiciones que, hasta la década de los ochenta y los noventa, se consideraban como las categorías precursoras de la oportunidad de convertirse en una estrella mundial de la Fórmula Uno.
Sin embargo, en su punto más álgido, se vio obligado a dejar la competición debido al fallecimiento del propietario del equipo con el que competía, lo que desencadenó el declive de la escudería.
Pero, Morales nunca dejó de cultivar su pasión por los coches de carreras, luego optó por las rutas Off Road, los caminos desafiantes de un camino empolvado, un deporte que se niega a desaparecer, a pesar de estar prácticamente olvidado en San Luis Potosí.
Actualmente, dirige un taller mecánico junto a su hermana, donde se especializan en la reparación de los icónicos «vochitos». De vez en cuando, se une a carreras de leyendas en compañía de amigos y familiares para seguir disfrutando del mundo automovilístico.